Autocuidado

Envejecer es una conquista y un derecho. Sin embargo, no todas las personas mayores llegan a esta etapa con las mismas oportunidades para cuidar su cuerpo. Factores como la brecha de género, el edadismo y la brecha digital condicionan cómo viven su salud física y si pueden ejercer plenamente su derecho al autocuidado en la vejez.

Vida activa personas mayores un derecho

Este artículo invita a repensar el bienestar físico desde una mirada integral, justa y centrada en la dignidad.

Cuidar el cuerpo: un derecho fundamental en la vejez

El autocuidado físico no es un lujo: forma parte del derecho a la salud y a una vida digna.
Pero este derecho no siempre se garantiza. Los estereotipos edadistas, la falta de accesibilidad o la invisibilización de las necesidades de las mujeres mayores generan barreras que dificultan la práctica de hábitos saludables.

Hablar de cuerpo en la vejez es hablar también de equidad, inclusión y justicia social.

Envejecimiento saludable y prevención de la fragilidad

La evidencia lo confirma: un envejecimiento activo y acompañado reduce la fragilidad, mejora la movilidad y aumenta la autonomía.

El movimiento adaptado: la medicina que transforma vidas

A menudo se transmite la idea errónea de que las personas mayores “ya no pueden” moverse.
La realidad es otra: cualquier cuerpo puede ganar bienestar con actividad adaptada, progresiva y respetuosa

Movimiento adaptado a cada persona

Ejemplos de movimiento seguro y eficaz para personas mayores:

Caminatas diarias a ritmo propio.
Estiramientos suaves para mantener flexibilidad.
Ejercicios de fuerza para prevenir la sarcopenia
Actividades motivadoras: baile, yoga suave, tai chi, gimnasia en el agua.

Estas prácticas mejoran el equilibrio, la coordinación y la energía diaria.

Algunas actividades recomendadas para personas mayores

Y la brecha de género……..

Mundial senior femenino

Muchas mujeres mayores no se identifican como “deportistas” debido a roles culturales que nunca les invitaron a priorizar su propio cuerpo y su autocuidado.
Por ello, ofrecer espacios seguros, no competitivos y acompañados es clave para que puedan reconectar con el placer de moverse.

(Y sí, ojalá algún día celebremos un Mundial de Fútbol senior femenino… sin edadismos ni barreras.)

Soñando con el día de un mundial de football

Autocuidado desde la calma: escuchar y confiar en el cuerpo

El cuerpo habla constantemente: fatiga, dolor persistente, cambios en el equilibrio, respiración alterada…
Escuchar estas señales es un acto de autonomía. Sin embargo, muchas personas mayores sienten que no deben “molestar” o temen ser vistas como exageradas. Esto también es edadismo interiorizado.

Crear entornos donde puedan expresar lo que sienten sin ser minimizadas es esencial.

El sueño: la base invisible del bienestar físico y mental

Dormir bien

Dormir bien mejora la memoria, el ánimo y la vitalidad.
Algunas claves para mejorar la calidad del sueño en la vejez:

Rutinas relajantes antes de dormir.
Evitar pantallas por la noche (si no se dominan bien las tecnologías, esto puede ser un desafío).
Entorno tranquilo, temperatura estable y buena ventilación.

Un buen descanso favorece un envejecimiento saludable.

Cómo mejorar la calidad del sueño en la vejez

Cuidar huesos y músculos: autonomía y calidad de vida

Cuidar huesos y músculos

Mantener la fuerza muscular y la salud ósea es esencial para reducir el riesgo de caídas y aumentar la independencia.

Hábitos recomendados:

Ejercicios de equilibrio.
Exposición breve al sol para reforzar la vitamina D.
Revisiones periódicas de visión y audición.

El acompañamiento profesional —sin infantilización— mejora la seguridad y autoestima

Entrenamiento muscular en la tercera edad

Recuerda

Las personas mayores tienen derecho a cuidar su cuerpo, a sentirse bien, a moverse, a aprender y a decidir con libertad.

#sinEdadismo365
Un envejecimiento saludable debe estar libre de edadismo, desigualdad digital y desigualdad de género. Acompañar con respeto es construir una sociedad más justa para todas las edades.