Ser mayor y la era digital

En estos meses hemos ido hablando de EDADISMO, su relación y repercusión en diferentes áreas. Este mes de abril hablamos del edadismo en el mundo digital.

Los estereotipos asociados a la edad afectan a las personas mayores en su relación con las nuevas tecnologías desde varios frentes.

Por un lado, promueven una visión negativa del envejecimiento, asociándolo con deterioro cognitivo y a todos los niveles, lo que también afecta al diseño de nuevas tecnologías (que no contemplan el uso para personas mayores), y en donde a menudo sólo se promueven tecnologías para el cuidado (por ejemplo, detectores de caídas) y no para un uso activo de internet (smartphone y todas sus posibilidades de comunicación y prevención de la soledad no deseada)

Las actitudes negativas respecto de los procesos de aprendizaje de las personas mayores inciden en el aumento de la brecha digital basada en la edad, puesto que no ver la potencialidad que el colectivo presenta, hace que los esfuerzos destinados a colaborar desde una perspectiva intergeneracional sean más bien pocos.

Esto afecta directamente al autoconcepto y a la percepción que tiene la persona de su relación con la tecnología (“Se me ha pasado el arroz”, “Yo a mi edad ya no puedo aprender”, etc.). Se entiende la tecnología como algo ajeno a sus vidas y asociado a otras generaciones. Esto, sumado a la complejidad de las tecnologías y a la dificultad para realizar gestiones de la vida cotidiana a través de ellas (banca, centros de salud, etc.), hace que la brecha digital sea cada vez más acuciante, sobre todo teniendo en cuenta la inminente revolución tecnológica y la velocidad con que todo avanza o se modifica.

No todo es negativo. Una vez detectada esta realidad y las demandas de las personas mayores, es necesario destinar nuestros esfuerzos a trabajar #sinedadismo365 en el mundo digital, generando entornos de aprendizaje basados en la persona y trabajando para eliminar los estereotipos asociados a la edad en relación al uso de las nuevas tecnologías.

¿Qué nos dicen las personas expertas en este campo?

Una de las personas más activas y pioneras en la lucha contra el edadismo y la brecha digital, es Pilar Rodríguez. Pilar, Directora de la Unidad Operativa Sociosanitaria y adjunta a gerencia en ABD (Asociación Bienestar y Desarrollo), además de miembro de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA).

Por ello, nos ha parecido oportuna y necesaria su intervención para darnos luz sobre un problema social emergente que cada vez está siendo más escuchado: la relación entre LAS PERSONAS MAYORES y la BRECHA DIGITAL.

El pasado año, pudimos, gracias a su apoyo, transmitir online la jornada sobre Alfabetización digital en personas mayores de Proyecto SENES que puedes consultar pinchando AQUI

Gracias Pilar por compartir tu experiencia y conocimientos.

¿Qué estereotipo edadista afecta en tu campo?

Una de cada dos personas en todo el mundo es “edadista” contra las personas mayores. Los estereotipos, prejuicios y discriminación en las personas por la edad son evidentes. En algunos casos con jóvenes, como está pasando en Europa, y en su gran mayoría es hacia las personas mayores. El término edadismo lo acuñó Robert Butler gerontólogo en 1969. Para Butler, esta discriminación consta de tres elementos: actitudes hacia las personas mayores creyendo que son una carga para la sociedad; prácticas discriminatorias como tomar decisiones por ellas; y prácticas políticas e institucionales que contribuyen a perpetuar estos estereotipos. Han pasado 53 años y nos falta mucho recorrido para paliar y prevenir las actitudes discriminatorias por la edad.

La sociedad contempla el “envejecer” como una situación peyorativa de declive, se ve como un   deterioro, fragilidad y dependencia. Cambiar este imaginario no es fácil porque implica a la misma persona, familias, entorno, comunidad, y la sociedad en general. Es preciso un cambio cultural, y el resurgimiento de los valores de respeto, dignidad.

Luchar contra el edadismo (discriminación por edad) implica el reconocimiento y respeto por los derechos fundamentales de las personas, este cambio solo se podrá se realizar si se hace desde la perspectiva de Derechos.

El envejecimiento de la población es inevitable y es necesario abordarlo desde otra perspectiva. Es preciso un cambio de paradigma.

Se está excluyendo a una parte de la ciudadanía, sobre todo a aquellas personas que están en situación de vulnerabilidad y a personas mayores. En este contexto, la desigualdad digital, potencia las desigualdades socioeconómicas porque limita las oportunidades. Estamos ante una nueva brecha entre quienes tienen acceso a las tecnologías, quienes lo tienen limitado y las que no tendrán nunca posibilidad de acceso. Tarjeta cajero, teléfono..

¿Cómo afecta a las personas mayores?

En todos los ámbitos de relación que pueda tener la persona mayor, en primer lugar, limita oportunidades, para poner algunos ejemplos:

  • En salud hay edadismo en la toma de decisiones médicas. Por el hecho de ser mayor se pueden dar opciones diferentes que si una persona tuviera menos edad. Ejemplos reales ocurridos durante la pandemia COVID – 19.
  • Falta de presencia de las personas mayores en los medios de comunicación, tales como TV radio, etc. Solo son noticia, por las pensiones, COVID, o sucesos.
  • Familia cuando dejan de ser útiles. Paternalismo e Infantilización, con la consecuente pérdida de capacidad y autonomía para tomar sus propias decisiones
  • Barreras arquitectónicas, pisos, parques, etc. No hay ciudades o medios rurales diseñados para todas las personas.
  • La discriminación que sufren las personas mayores en los medios de transporte público no adaptados y de difícil acceso.
  • Estigmatización de la sexualidad, produce rechazo.
  • La exclusión de la sociedad por la brecha digital que sufren las personas mayores (acceso sistema salud, servicios sociales, culturales, suministros, gestiones con la administración pública, con entidades bancarias, etc.).
  • Poca participación real en la toma de decisiones en la sociedad.
  • Edadismo desde la perspectiva de género. Esta discriminación no se manifiesta de igual manera entre los hombres que entre las mujeres.
  • El aislamiento social que puede derivar en soledad no deseada de la persona mayor, provocando graves problemas de salud.
  • Otra cuestión esencial es el lenguaje en la era digital. Los conceptos, y términos para “nombrar” las nuevas situaciones, formas de hacer, y de intervención diferentes, en las que intermedian tecnologías y robots: que no saben que es un WhatsApp, dificultad de deslizar el dedo por la pantalla, wifi…

Hoy en día, muchas de nuestras actividades dependen de la tecnología (hablar por teléfono, videollamadas, solicitar cita médica, banco, etc.). Pero, aunque la tecnología nos aporta muchos beneficios, también plantea importantes retos y dilemas éticos: desigualdad, insostenibilidad, pérdida de la privacidad, vigilancia masiva, adicciones, etc.

¿Cuál es una posible actitud o manera de superarlo?

En ABD, entidad de iniciativa social del tercer sector, somos un observatorio de las situaciones de vulnerabilidad.

Apostamos por la innovación como transformación social, nunca como sustituto de los profesionales. Consideramos que hay que ir de la mano de instrumentos y herramientas como “Big Data” para construir una Sociedad más equitativa, sostenible, accesible e inclusiva, desde la perspectiva de los derechos. Pero no en exclusiva, que es lo que está pasando actualmente. Hay que hablar de derecho. Que todas las PERSONAS puedan disfrutar de los derechos fundamentales en igualdad de condiciones y puedan tener elección por parte de la persona.

  • Es importante tener evidencia de cuál es la certeza de esta realidad actual, es necesario medir para conocer la magnitud y poder dar respuesta con acciones concretas.
  • Dar valor a envejecer y aprender a recuperar el valor de la capacidad del cuidado. Es necesario un cambio cultural, empezar con los más jóvenes y compartir qué significa envejecer, el respeto a envejecer, a ser dependiente. Respeto por la autonomía y dignidad de las personas.
  • Generaciones más jóvenes, buen trato a los mayores, resurgir de valores que se han perdido
  • Que las personas mayores alcen su voz y no asuman ni normalicen actitudes edadistas en su red de entorno.
  • Se tienen que priorizar políticas sociales, invirtiendo en recursos y acciones preventivas, evaluarlas y determinar su eficacia.
  • Hay que visibilizar el edadismo, #Aworld4Allages.
  • Diseñar pueblos y ciudades más cuidadoras y amigables para todas las edades.

Tenemos que resaltar el sentido positivo de envejecer. Es necesario innovar y ser creativos en la forma de respetar a las personas mayores. Se tiene que crear una nueva cultura de relación, más inclusiva que recupere los valores sea cual sea la edad. En definitiva, todos tenemos que disfrutar de los derechos fundamentales en igualdad de condiciones, ya que todos o casi todos vamos a envejecer.

Por último, resaltar un concepto: ECOSISTEMAS de colaboración desde Instituciones públicas, universidades, entidades del tercer sector, empresas tecnológicas y sobre todo la implicación de las personas, la ciudadanía porque sin ellas, no se pueden emprender nuevos retos y oportunidades que ofrece la tecnología para la Sociedad.

Y ¿qué piensan las personas mayores…?

A continuación, dejamos un vídeo con la respuesta de Francisca, que ha querido compartir su percepción y sensaciones.

Recuerda…

Si quieres conocer alternativas o recursos que tengan talleres o fomenten la alfabetización digital para personas mayores que sean amigables, puedes escribirnos un WhatsApp al 671600977 o bien un correo electrónico a [email protected] y te informaremos.

No obstante, dispones de otros recursos como los que puedes encontrar en la Guía de Activos de Senes

Si conoces a alguna persona que pueda necesitar esta información, no dudes en compartir la información.