Cuidar a quienes cuidan: salud emocional

Cada 29 de septiembre se celebra el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo, una fecha que busca visibilizar y reconocer la labor esencial que realizan millones de personas cuidadoras en todo el mundo. Su trabajo, a menudo silencioso y poco valorado, es clave para el bienestar y la salud emocional de un gran número de personas.

Este día nos invita a poner en valor el trabajo diario de cuidar, que realizan un gran número de personas en el día a día. Porque cuidar es un acto de dedicación y amor… pero no debemos olvidar que quienes cuidan también necesitan ser cuidadas. Y, es que, detrás del acto de cuidar se esconde otro gran desafío: preservar la propia salud emocional.

Por eso, cuidar la salud emocional de las personas cuidadoras es una prioridad y un aspecto clave para preservar el bienestar de todas aquellas personas que día a día sostienen a otras.

Qué es la salud emocional y por qué es importante cuidarla

Según la OMS, la salud emocional es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias emociones, puede manejarlas adecuadamente, enfrentar los desafíos de la vida y tiene la capacidad de establecer relaciones saludables con los demás.

  1. Ser consciente de las propias emociones

Reconocer las emociones que sentimos es el primer paso para cuidar nuestra salud emocional. Ser conscientes de lo que experimentamos nos ayuda a entender cómo las situaciones del día a día nos afectan y a identificar nuestras propias necesidades, que muchas veces quedan en un segundo plano durante la labor de cuidar y apoyar.

Desarrollar esta conciencia emocional nos permite mantener un mayor control ante las circunstancias, tomar decisiones más acertadas y evitar que las emociones dirijan nuestra conducta. En otras palabras, comprender nuestras emociones nos ayuda a actuar con calma y conciencia ante las situaciones cotidianas.

  1. Manejar adecuadamente las emociones y manejar los desafíos

Aprender a gestionar las emociones de forma saludable tiene un impacto directo en el bienestar general de las personas. No se trata de evitar las emociones negativas, sino de contar con herramientas que nos ayuden a regularlas de manera equilibrada.

La respiración consciente, el autocuidado, el descanso y la búsqueda de apoyo son prácticas que contribuyen a mantener el bienestar físico y emocional. Una adecuada regulación emocional fortalece la adaptación a los desafíos que surgen en el día a día.

  1. Establecer relaciones saludables con los demás

La salud emocional también está ligada a nuestras relaciones con los demás. Desarrollar y mantener vínculos saludables ayuda a fortalecer la confianza, la autoestima y el sentido de pertenencia, elementos fundamentales para un bienestar duradero.

Actitudes como actuar con empatía, pedir ayuda cuando la necesitamos, establecer límites claros y ofrecer apoyo de manera equilibrada favorecen la construcción de relaciones positivas y enriquecedoras. Estas conexiones no solo benefician nuestro bienestar, sino que también fortalecen la capacidad de afrontar los desafíos cotidianos con mayor seguridad y equilibrio.

 

Cuidar nuestra salud emocional nos ayuda a sentirnos bien, afrontar desafíos y mantener relaciones enriquecedoras, algo especialmente importante para quienes cuidan a otros.

Según datos del IMSERSO, en España el 87,9% de las personas cuidadoras principales son mujeres, casi 9 de cada 10 personas que se dedican a cuidar, apoyar y acompañar a otras son mujeres.

Este dato refleja una realidad profundamente desigual: la labor de los cuidados sigue recayendo mayoritariamente sobre ellas. Cuidar a un familiar o persona dependiente implica, en muchos casos, renunciar al desarrollo personal y profesional, reduciendo o abandonando la actividad laboral para dedicarse a tiempo completo al bienestar de otro.

Además, esta tarea conlleva retos económicos, sociales y emocionales, desde la sobrecarga de trabajo y la falta de tiempo propio hasta el aislamiento o la invisibilidad del esfuerzo cotidiano.

Por todo ello, resulta fundamental reconocer y cuidar la salud emocional de las personas cuidadoras. Su bienestar no solo influye en su calidad de vida, sino también en la calidad del cuidado que ofrecen. Promover espacios de apoyo, descanso y autocuidado es esencial para que puedan mantener el equilibrio entre cuidar y cuidarse, evitando el agotamiento y fortaleciendo su resiliencia emocional.

Beneficios de cuidar nuestra salud emocional

Cuidar implica una gran entrega física y emocional, por eso prestar atención a la salud emocional de las personas cuidadoras es esencial. Diversos estudios han demostrado que el bienestar emocional no solo mejora la calidad de vida de quienes cuidan, sino que también repercute positivamente en la persona atendida y en el entorno familiar.

Mantener un buen equilibrio emocional ayuda a reducir el estrés, fortalecer la resiliencia y mejorar las relaciones interpersonales, aspectos que resultan fundamentales para sostener el cuidado en el tiempo y prevenir el agotamiento. A continuación, se presentan algunos de los principales beneficios del cuidado emocional en las personas cuidadoras, respaldados por la evidencia científica.

  1. Disminuir el estrés y la ansiedad

Atender las propias emociones ayuda a reducir la sobrecarga mental y física que implica el cuidado diario. Cuando el estrés disminuye, también se produce una mejora en el descanso, el ánimo y la capacidad de disfrutar del tiempo personal.

  1. Aumentar la resiliencia

Fortalecer la salud mental permite enfrentarse a los retos del cuidado con más equilibrio y confianza. La resiliencia permite el afrontamiento de momentos difíciles con una actitud más saludable ante los cambios o imprevistos.

  1. Desarrollar relaciones más saludables

Cuidar de uno mismo emocionalmente favorece la empatía, la paciencia y la comunicación. Esto mejora el vínculo con la persona cuidada y con el entorno familiar, reduciendo conflictos y facilitando la comprensión mutua.

  1. Mayor calidad en el cuidado y apoyo

El bienestar emocional de la persona cuidadora repercute directamente en la calidad del cuidado que ofrece. Estar emocionalmente estable permite acompañar desde la calma, atención y afecto, beneficiando también a la persona que recibe los cuidados.

Cómo cuidar nuestra salud emocional

A continuación, te compartimos algunos consejos prácticos para fortalecer la salud emocional de quienes dedican gran parte de su tiempo a cuidar.

  1. Escucha tus emociones

Identifica y reconoce lo que sientes sin juzgarte. La tristeza, el cansancio o la frustración pueden formar parte del proceso. Dedica unos minutos al día a conectar contigo.

  1. Establece límites saludables

Aprender a marcar límites cuando es necesario permite que seas respetuoso con tus capacidad y necesidades. No asumas más de lo que puedes manejar.

  1. Busca apoyo y comparte

Hablar con otras personas cuidadoras o con un profesional puede aliviar la carga emocional. No tienes que hacerlo todo sola: pedir ayuda también es una forma de autocuidado.

  1. Practica el autocuidado diario

Dormir bien, alimentarse de forma equilibrada y moverse un poco cada día marcan la diferencia. Pequeños gestos como leer, escuchar música o dar un paseo ayudan a recargar energía.

  1. Acepta que no todo está bajo tu control

Cuidar implica incertidumbre. Aceptar que no puedes resolverlo todo reduce la ansiedad y permite enfocarte en lo que sí puedes hacer, paso a paso.

  1. Celebra tus logros, por pequeños que sean

Reconoce tu esfuerzo y los avances diarios por pequeños que sean. Apreciar lo que haces fortalece la autoestima y da sentido al cuidado.

  1. Mantén espacios personales

Conservar tus propios intereses, amistades y rutinas te ayuda a mantener tu identidad más allá del rol de cuidadora.

RECUERDA…

Cuidar es una carrera de fondo, no una meta rápida. Requiere tiempo, energía y una gran entrega emocional. Por eso, es fundamental detenerse, respirar y cuidarse también a uno mismo. Solo así es posible mantener la fuerza, la empatía y la serenidad necesarias para acompañar a otras personas a lo largo del camino. Porque el bienestar de quien cuida también es importante.

Si conoces a alguna persona en esta situación o quieres saber más sobre este tema u otros del post contacta con nosotras mediante llamada o Whatsapp en el 671 60 09 77 o bien por correo electrónico en [email protected]