Comienzan las vacaciones de verano. Es el momento de planificar y valorar posibles destinos, pero esta vez, de un modo diferente. Debido a la crisis del COVID – 19, hemos tenido que reajustar nuestros planes y rutinas habituales.
Nos planteamos trasladarnos a nuestra segunda residencia como destino más seguro; apostar por visitar otros lugares no conocidos, o bien, optar por pasar el verano en Madrid.
¿Qué sentimientos pueden surgir en esta situación?
Los lugares muy transitados y con gran volumen de personas, pueden producir miedo e inseguridad. Seguir las medidas de precaución indicadas y realizar de forma progresiva visitas a estos sitios habituales, pueden ayudarte a reducir el malestar.
¿Qué me puedo encontrar al llegar a mi segunda residencia?
Acudir a la segunda residencia siempre lo hemos percibido como un ambiente seguro y de disfrute. Nos permite conectar con nuestras vivencias y estar en contacto con familiares y amigos a los que no vemos con tanta frecuencia.
Puede ser que cuando llegues, te encuentres con la pérdida no esperada de personas conocidas. No es un proceso fácil de vivir. Compartir ese dolor con otros vecinos o amistades, visitar a familiares de la persona y conversar sobre momentos buenos vividos junto a él/ella, puede ayudarte a vivir y afrontar mejor este proceso.
Si necesitas orientaciones más específicas sobre cómo afrontar la pérdida, te recomendamos el post DUELO, ¿CÓMO AFRONTAR UNA PÉRDIDA?
Situación de cambio, diferente mirada.
Estas son unas vacaciones diferentes. Tanto si decides irte fuera como si prefieres quedarte en casa, es recomendable buscar actividades que te permitan experimentar emociones positivas. Dedica un tiempo a conectar contigo y explorar lo que necesitas. Seguro que puedes poner en marcha nuevas estrategias que contribuyan a tu bienestar.